España apuesta por la IA con ‘Alia’ aplicada al sector sanitario

Alia es la primera infraestructura pública europea abierta y multilingüe que utiliza las capacidades de supercomputación del Barcelona Supercomputing Center.

 

La Unión Europea ha puesto en marcha ‘Alia‘, un proyecto innovador en la creación de recursos y servicios tecnológicos. Se trata de un sistema de Inteligencia Artificial de carácter público diseñada con código abierto, en castellano y lenguas cooficiales que contará con aplicaciones en la atención sanitaria.

 

Coordinado por el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), este proyecto forma parte de la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024, puesta en marcha por el Gobierno de España.

 

Entre las aplicaciones de ‘Alia’ se encuentran dos proyectos piloto: un chatbot interno que agilizará el trabajo de la Agencia Tributaria y su atención ciudadana; y una aplicación en la medicina de atención primaria que, a partir del análisis avanzado de datos, permitirá un diagnóstico precoz y más preciso de las insuficiencias cardíacas.

 

Entre los objetivos de esta iniciativa se encuentra el facilitar gestiones administrativa de los profesionales sanitarios, de forma que se consigan unos servicios más ágiles y personalizados. Según fuentes gubernamentales, en los modelos que se trabajan dentro del sistema sanitario, los sistemas, podrían reducir las listas de espera en 22 días.

 

Estrategia en IA en España

 

La estrategia de Inteligencia Artificial  persigue acelerar, facilitar, acompañar y promover el
desarrollo y la expansión de la IA en nuestro país, dando respuesta a la velocidad que ha tomado esta
transformación. Se ha querido impulsar el avance hacia una IA transparente, ética, responsable y humanista. 

 

La IA requiere de una permanente colaboración público-privada a la vez que de un amplio y sólido consenso social en torno al diseño de los procesos de decisión. Se debe dar respuesta al reto que supone un mundo en el que las decisiones se tomarán por las personas, pero también por las máquinas, determinando el espacio que corresponde a cada una y las posibilidades de colaboración entre ambas.

 

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