Riesgos a la privacidad y seguridad de los datos médicos de la IA

L a IA se está utilizando cada vez más en medicina, desde la investigación y el diagnóstico hasta el tratamiento y la gestión de la salud. Es una tecnología con mucho potencial pero también, con muchos desafíos a los que hacer frente.
 
 
 
La Inteligencia Artificial (IA)  puede procesar grandes cantidades de información en poco tiempo, lo que permite a los médicos y otros profesionales de la salud tomar decisiones más informadas y precisas. Además, la IA puede ayudar a identificar patrones y tendencias en los datos de salud, lo que puede mejorar la prevención y el tratamiento de enfermedades.
 
 
 
Así, su uso puede ayudar a los científicos a identificar nuevas formas de prevenir y tratar enfermedades. La IA también puede ayudar a los investigadores a identificar a los pacientes que son más adecuados para los ensayos clínicos, lo que puede acelerar el proceso de desarrollo de nuevos tratamientos.
 
 

Sin embargo, dado que se utilizan muchos datos personales para poder entrenar algoritmos de la IA, puede ser un riesgo sobre la privacidad y seguridad de los pacientes, ya que estos datos médicos sensibles se recopilan y se almacenan, esto aumenta el riesgo de ciberataques y filtración de información.

 

 

Este año 2024 se informó en España un caso, que se filtraron datos médicos de muchos pacientes debido a vulnerabilidades en un sistema de IA para gestionar los historiales clínicos.

 

La instituciones sanitaras que utilizan IA tienen que garantizar que los datos de los pacientes están protegidos por un sistemas de seguridad avanzado. 

 

La OMS y la IA

 

Por lo que se refiere a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido una postura clara sobre la Inteligencia Artificial (IA) en la salud pública. Según la OMS, la IA puede ser una herramienta valiosa para mejorar la atención médica, la prevención y el diagnóstico de enfermedades. Sin embargo, también se debe tener en cuenta los riesgos potenciales que la IA puede presentar en la salud mundial.

 

Por este motivo, ha establecido una serie de directrices para el uso responsable de la IA en la salud pública. Estas directrices incluyen la necesidad de una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios de la IA en la atención médica, la transparencia en el desarrollo y uso de la IA, y la necesidad de garantizar la equidad y la no discriminación en la atención médica.

 

 

En conclusión, la inteligencia artificial tiene un gran impacto en la salud pública. Sin embargo, es importante enfatizar que la implementación de la IA en la salud pública debe ser cuidadosa y ética, asegurando que los derechos y la privacidad de los pacientes sean respetados.

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