Inteligencia Artificial para seguir el avance del coronavirus
La Inteligencia Artificial se ha convertido en la mejor herramienta para seguir el avance del coronavirus.
El coronavirus sigue poniendo a prueba a las nuevas tecnologías. En esta ocasión le ha llegado el turno a la Inteligencia Artificial (IA). Según se desprende de la publicación Wired, con el uso de la IA se quiere reducir los riesgos de infecciones cruzadas y mejorar la eficiencia.
Los investigadores de IA han utilizado los recursos del aprendizaje automático para procesar información de una gran cantidad de fuentes en línea que podrían revelar señales de la difusión del microorganismo a nuevos lugares, la tasa de mortalidad, o la población más vulnerable a él.
Así, entre otros ejemplos, John Brownstein, encargado de innovación en la Escuela de Medicina de Harvard, ha formado un equipo con investigadores en otros países para revisar constantemente publicaciones en redes sociales, noticias e información médica a fin de encontrar señales del avance del coronavirus. Para ello, el programa busca publicaciones que mencionen síntomas específicos, como problemas respiratorios y fiebre, en un área geográfica donde los médicos han informado la existencia de casos potenciales.
Este grupo de investigadores recuerda que con esta tecnología, además de identificar nuevos casos, podría ayudar a comprendan cómo se comporta el virus.
Robots con Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial no solo se está utilizando para pronosticar brotes de contagio. En China recurren al uso de robots con IA para múltiples finalidades: desde la identificación del estado de salud del interlocutor y la recomendación de acciones para minimizar los riesgos hasta tareas de desinfección pasando por la entrega de medicina y comida.
También se están utilizando para ayudar en la investigación de la epidemia realizando llamadas de seguimiento a la población en las que les preguntan si tienen síntomas del coronavirus o si han estado en contacto con infectados.
La Inteligencia Artificial ya ha demostrado ser efectiva en brotes de otras enfermedades y ahora, con la aparición del coronavirus, se quiere volver a demostrar su eficacia para frenar su propagación.
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