La tendencia creciente de dispositivos conectados, lo que se conoce como edge computing, va a tener también un crecimiento importante en los próximos años y el sector salud espera poder aprovechar esta oportunidad.

La tecnología edge computing es un método que  permite el procesamiento de datos en la ubicación física del usuario, del centro de datos, o cerca de ellos. Surgió cuando los usuarios empezaron a reclamar un menor tiempo de latencia, lo que se conoce como latencia, de manera que los datos generados en distintos dispositivos se procesen más cerca del lugar en que se crearon.

Una de las ventajas más destacadas de esta tecnología es que empresas e instituciones pueden analizar los datos casi en tiempo real, algo fundamental en estos momentos.

El sector de la salud, uno de los más afectados en estos tiempos de crisis sanitaria, puede ser uno de los más beneficiados por el edge computing, al que puede ofrecer nuevas oportunidades.

Precisamente uno de estos desafíos a los que se tiene que enfrentar esta tecnología es el control de la latencia, uno de los causantes de la interrupción de la información. Si no se controla de manera eficaz, muchos hospitales y centros de salud pueden verse afectados. El edge computing puede evitar estos problemas. La información viaja más rápido y llega antes a los expertos, a los que ayuda a tomar decisiones mejor informados.