Innovación y tecnología para mejorar el diagnóstico y seguimiento de enfermedades
El pasado martes, 29 de octubre, se celebraba el Día Mundial del Ictus, un evento en el que se produce una interrupción del riego sanguíneo normal en un área de nuestro cerebro (ictus isquémico) o por la ruptura de los propios vasos sanguíneos del cerebro (ictus hemorrágico). Se trata, además de una de las principales causas de discapacidad en los adultos.
Ante el ictus, al igual que ocurre con muchas otras patologías, el uso de herramientas avanzadas de diagnóstico por imagen y sistemas de salud digital, permite una detección y tratamiento más rápidos. Con estas tecnologías, las organizaciones pueden desarrollar sistemas de atención integrados que ofrecen un seguimiento continuo a los pacientes, mejorando así los resultados a largo plazo.
Con el objetivo de reducir la carga del ictus con el uso de herramientas digitales, la coalición de la WSO, impulsada por la Organización Mundial del Ictus, reúne a actores clave, como profesionales sanitarios, grupos de pacientes y responsables políticos, con el fin de reducir la carga mundial del ictus. Sus integrantes trabajan por aporar investigaciones innovadoras en torno al ictus.
Los expertos indican que el ictus es prevenible en muchos casos, pero debido a la falta de recursos y a la limitada preparación de los hospitales, aún siguen siendo barreras importantes para el acceso a tratamientos efectivos. Esta situación es particularmente crítica en regiones de bajos ingresos, donde los pacientes rara vez tienen acceso a hospitales especializados o tecnologías avanzadas de diagnóstico.
Por este motivo, y con el apoyo de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), están solicitando el apoyo y la participación de empresas tecnológicas y de gobiernos para desarrollar nuevas herramientas y tecnologías que permitan mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por un ictus.
