La tecnología avanza a pasos agigantados y la arquitectura sanitaria no es una excepción de manera que la arquitectura se ha convertido en el motor de ese cambio, redefiniendo el concepto mismo de cuidado de la salud en espacios físicos.
Al mismo tiempo, se está produciendo un cambio de paradigma a medida que se unen los dos mundos de la tecnología y la arquitectura hospitalaria. Surge así una evolución hacia entornos digitales que den respuesta a las necesidades cambiantes de los pacientes y los trabajadores del entorno de la salud.
Esto ha sido posible con la ayuda de herramientas como la inteligencia artificial (IA) y el nternet de las cosas (IoT), protagonistas clave en la evolución de los centros sanitarios modernos y que han hecho posible que, gracias a esa digitalización de la atención médica, se estén creando entornos interconectados.
Se trata de un camino hacia la digitalización total que no puede entenderse sin la sostenibilidad, y para ello, hay que contar con elementos como los sistemas de energía renovable o la gestión de residuos avanzada, de forma que la innovación tecnológica no solo se centre en la experiencia del paciente, sino también en la eficiencia y la sostenibilidad.
En resumen, consiste en crear una tecnología sanitaria avanzada que impulsa una transformación radical en la arquitectura sanitaria.
Tecnologías emergentes
Innovación tecnológica y tecnologías emergentes no pueden avanzar separadas, ya que ambas están perfilando el futuro de los hospitales y centros de salud. Para ello, ealidad aumentada, robótica médica y telemedicina son áreas que ya están ganando terreno rápidamente.
La innovación tecnológica en la arquitectura sanitaria no es solo una tendencia o una moda más, sino una necesidad necesaria. Solo así será posible una arquitectura sanitaria, que integre la tecnología de manera efectiva y genere espacios que promuevan la salud y el bienestar.