Los nuevos retos del ‘smart hospital’

Los hospitales son un punto de referencia de los sistemas
sanitarios actuales. Uno de sus objetivos es intentar adaptarse, evolucionar y redefinir su nuevo papel en el entorno actual.
 

En los centros sanitarios, la continua y rápida evolución de la tecnología hace que
los profesionales tengan que evolucionar y adaptarse para desempeñar sus funciones de
manera eficaz y eficiente. La adaptación a estas tecnologías requiere de la asimilación de nuevos conceptos, mediante la comunicación e interrelación de datos y la conectividad entre equipos y personas.

 

Igual que ocurre en otras industrias, el ecosistema de la salud y, sobre todo, los hospitales, pueden aprovechar esta combinación virtuosa de tecnologías para transformarse y afrontar en mejores condiciones los grandes retos que tienen por delante.

 

De esta forma, el aprovechamiento de estas nuevas tecnologías (IoT, IA), puede ser un catalizador de la
transformación del sector de la salud, mejorando la experiencia del paciente, de los familiares y del
propio profesional, así como los resultados en salud durante el proceso asistencial e impactando
positivamente en la sostenibilidad del hospital.

 

Si esta aplicación de la tecnología se hace de forma
global e intensiva dentro del centro hospitalario, estaríamos hablando de un ‘smart hospital’, tal y como indican en el ‘Libro Blanco del Smart Hospital’ del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM).

 

Innovaciones disruptivas

 

Uno de los  retos a los que se enfrentan los hospitales es que ciertas innovaciones disruptivas tienen un alto coste y su incorporación puede desestabilizar los presupuestos de los sistemas sanitarios y comprometer su viabilidad. 

 

Las tecnologías del IoT, la analítica avanzada y la IA pueden facilitar el desarrollo y la implantación de soluciones en los hospitales y según el libro editado por COIIM. Entre otros objetivos, según los autores del manual, se encuentran mejorar los resultados en salud durante el proceso asistencial;  mejorar la experiencia de los pacientes, de los familiares y de los propios profesionales, y facilitar la sostenibilidad de los hospitales y, por tanto, del sistema sanitario en su conjunto.

 

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