El sistema de monitorización de glucosa permite un seguimiento constante de la glucosa intersticial. Cada cinco minutos, mide la glucosa las 24 horas y transmite a un receptor, creando un perfil de las variaciones que ayuda a detectar patrones de hiper o hipoglucemia, no siempre detectables con las medidas capilares tradicionales. 

 

La carga asistencial de la diabetes tipo 2 supone un coste sanitario directo de unos 12 millones de euros.

Los expertos consideran el uso de sistemas de monitorización de glucosa en el abordaje de la diabetes tipo 2 puede suponer un ahorro de costes importante y una clave para el desarrollo de la innovación digital en salud.

 

Los sistemas pueden alertar a la persona con diabetes o un familiar cuando los niveles de glucosa alcanzan determinados niveles, permitiendo respuestas inmediatas. Ofrece una visión exhaustiva de los niveles de glucosa en tiempo real, permitiendo decisiones informadas que pueden prevenir complicaciones, reducir la carga de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Originalmente conocida y utilizada en personas con diabetes tipo 1, ahora se ve cada vez más su valor para personas con diabetes tipo 2, especialmente con múltiples dosis diarias de insulina.

La MCG representa una herramienta fundamental para el empoderamiento y el autocontrol de las personas con diabetes tipo 2 aunque aún existen desafíos importantes.

 

En personas con antecedentes familiares de diabetes, síndrome metabólico, obesidad o sobrepeso observar la respuesta a los alimentos o al ejercicio podría detectar resistencia a la insulina y fomentar cambio de estilo de vida antes de que progrese a prediabetes o diabetes.

 

Podría ofrecer beneficios en la mejora de la salud metabólica, el control del peso, y el rendimiento deportivo en personas sin diabetes.