Robótica social y tele-rehabilitación para mejorar la atención temprana

Un proyecto pionero utiliza la robótica asistencial y la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la atención temprana de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

 

 

La Comunidad de Madrid cuenta con un proyecto pionero n proyecto pionero que utiliza la robótica asistencial y la Inteligencia Artificial para mejorar la atención temprana de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), retraso madurativo, con limitaciones en su capacidad motora, cognitiva y/o relacional, alteraciones del neurodesarrollo o dificultades derivadas de un daño cerebral.

 

 

Se trata de un sistema de tele-rehabilitación, en el que participa la Consejería de Digitalización, basado en la evidencia científica cuyo objetivo es servir de apoyo a los terapeutas para conseguir que los niños se vinculen a los tratamientos, al tiempo que se facilita su monitorización y seguimiento y se potencia la continuidad del trabajo de las familias en los domicilios. Su uso está indicado tanto en colegios como en centros de atención social.

 

Gracias a este método innovador una niña con TEA de este colegio, con importantes dificultades en el habla, ha comenzado a mostrar habilidades comunicativas tras entablar contacto con el robot.

 

 

Cámaras 3D y otros sensores

 

Según fuentes de la Comunidad de Madrid, el sistema Robic utiliza dispositivos como cámaras 3D y otros sensores para obtener las variables fisiológicas de cada usuario y, a partir de esa información, se diseñan las intervenciones y se prescriben las actividades más adecuadas dentro de un catálogo del propio programa.

 

 

A través de los robots se crea una rutina de acompañamiento e interacción para la estimulación física y cognitiva que redunda en una mejora de la motivación de los pacientes y en la optimización del tiempo de los profesionales. Basándose en el juego terapéutico, se entrenan aspectos como la concentración, se profundiza en la motivación mediante el empleo de refuerzos positivos y se monitoriza a los menores, quienes además pueden continuar con los ejercicios clínicos en casa gracias a un avatar virtual.

 

 

El programa también cuenta con un sistema de evaluación de resultados avanzado para analizar los datos y comprobar el rendimiento y el progreso de cada persona, pudiéndose optimizar su plan de rehabilitación. Esta iniciativa incluye la formación tanto de los trabajadores como de las familias y la organización de sesiones de tratamiento dirigidas a que los usuarios y sus tutores se familiaricen con la tecnología.

 

 

La robótica social es una disciplina en pleno crecimiento que se centra en la utilización de esta metodología innovadora para conectarla de manera guiada con los pacientes en áreas como la recuperación física o cognitiva, la educación especial para niños con autismo o el acompañamiento de personas mayores.

 

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