Telemedicina, protagonista absoluta
Ala hora de destacar una tendencia en el ámbito de la salud del pasado año, la respuesta de los expertos es unánime: la telemedicina.
Aún no se ha cumplido un mes del recién estrenado 2021 y ya se hacen apuestas acerca de las tendencias que van a protagonizar el sector de la salud durante los próximos 11 meses. Telemedicina es la palabra que resuena de momento con más fuerza, aunque con la cambiante situación que el Covid-19 sigue produciendo, ¡se admiten apuestas!
La telemedicina ha supuesto un gran avance durante la pandemia, para facilitar las consultas médicas y minimizar los riesgos entre médico y paciente. Pero además, su uso se ha generalizado y ha llegado a numerosas especialidades médicos.
La telemedicina tiene múltiples aplicaciones. Desde prescribir tratamientos, monitorizar pacientes, realizar seguimientos a pacientes crónicos hasta ayudar a los profesionales en sus labores de formación o investigación. Además, se emplea cada vez más en diferentes áreas terapéuticas como los cuidados paliativos.
La aplicación de esta herramienta supone un ahorro de costes importantes, tanto para el paciente como para la administración y puede ser de ayuda ante la falta de profesionales médicos. Sin embargo, su uso generalizado plantea retos importantes como mejorar las conexiones a Internet y reforzar el número de dispositivos electrónicos de médicos y pacientes.
El uso de la telemedicina también requiere unos mínimos conocimientos, como saber utilizar un ordenador, una tablet o un smartphone que tenga conexión a internet. Igual de importante es elegir la plataforma adecuada para realizar la teleconsulta, ya que no se deben dejar de lado cuestiones vitales como las políticas de privacidad y la protección de los datos personales de los pacientes.
Futuro trepidante
La telemedicina sigue su avance y parece que en los últimos años ha tomado velocidad de crucero. Sin embargo, los retos a los que se enfrenta son importantes, y las administraciones deben ser conscientes de los beneficios de la telemedicina y contar con los medios necesarios para facilitar su desarrollo y generalizar su uso entre médicos y pacientes.
No hay que olvidar que existe un vacío legal entorno a la telemedicina que deberá resolverse en el medio plazo y, por supuesto, no se debe olvidar la cuestión de la confidencialidad de datos.
La telemedicina puede conseguir grandes logros y beneficiar al paciente, sin olvidar que el modelo tradicional de atención cara a cara entre médico y paciente no va a desaparecer y que se deberán combinar todas las opciones.