La tecnología, una gran aliada en la lucha contra el cáncer
Como cada año, el 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una enfermedad cuyo número de afectados no deja de crecer y que se ha convertido en una de las patologías que más preocupa a los españoles.
El número de casos de pacientes con cáncer se ha disparado hasta un 12% en los últimos años, y se estima que solo en 2019 estos alcanzarán los 277.700, según apunta la compañía Acierto.com. La tecnología se ha convertido en una gran aliada en la investigación contra el cáncer. Existen desde nanorobots capaces de destruir tumores hasta escáneres sofisticados que emiten cada vez menos radiaciones. Ejemplo de ello es la investigación llevada a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Harvard que desarrollaron un escuadrón de nanoprofinas capaces de trabajar a baja escala, viajar por el cuerpo en busca de las células tumorales y acabar con ellas.
En el caso de la quimioterapia, los métodos son cada vez más certeros y focalizados. Lo mismo ocurre con la detección. Ya puede detectarse, por ejemplo, el cáncer en una sola gota de sangre, incluso cuando ha afectado a muy pocas células; una técnica recientemente ideada por el Instituto de Ciencias Fotónicas de la Universidad de Castelldefels, Barcelona. El sistema Mammi también detecta precozmente la enfermedad, gracias a sus imágenes moleculares de alta definición. Del mismo modo, a finales de 2013, Philips lanzó un escáner que emitía la mitad de radiaciones, con las consiguientes ventajas para los pacientes.
Otro ejemplo es la antena subcutánea, desarrollada por investigadores de la Universidad de Granada, que evitará infecciones en pacientes con cáncer y que alerta en caso de complicaciones. Está formada por un biosensor que mide la contaminación microbiana y una pequeña batería.
La tecnología, ¿puede propiciar la aparición de cáncer?
A pesar de las ventajas que aporta la tecnología en la lucha contra el cáncer, existe todavía una larga lista de creencias que apuntan a que ésta puede incrementar el riesgo de sufrirlo. Uno de los factores más cuestionados son las radiciones móviles. A pesar de que los españoles pasan de media dos horas diarias frente a nuestro smartphone, no se ha demostrado que las radiaciones que emiten estos dispositivos propicien la aparición del cáncer.
Sin embargo, algunos malos hábitos alimentarios, el tabaquismo o el envejecimiento pueden incrementar el riesgo de sufrir cáncer. Por otro lado, la prevención, detección precoz y un tratamiento adecuados resultan cada vez más eficaces. Incluso la alimentación resulta clave: un correcto plan de nutrición que contenga alimentos como el aceite de oliva, o las verduras crucíferas y reduzca la ingesta de azúcares y alcohol podría ayudar a prevenir en hasta un 40% el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer -mama, colon, recto, riñón, esófago y otros-, revela Acierto.com.