Tecnología ARNm, del COVID a otras patologías
A l hablar de tecnología podemos pensar en Inteligencia Artificial o Big Data, pero hay también otras tecnologías que se están utilizando para fabricar vacunas contra el COVID y que podían emplearse en otras patologías.
Hay una tecnología donde el ácido ribonucleico mensajero (ARNm) se utiliza para estimular una respuesta inmunitaria que proteja contra futuras infecciones. Es la que se ha empleado para crear las vacunas frente al COVID-19. Ahora, el reto es emplear esta misma tecnología ante otras patologías.
Las vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra el COVID-19, hacen que las células produzcan una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria si la persona se infecta. Al inyectar la vacuna, el ARNm ingresa en las células que hay cerca del sitio de la inyección y les dice que empiecen a producir la misma proteína que se encuentra en el virus del COVID-19. El sistema inmunitario reconoce esta proteína y comienza a producir anticuerpos que pueden combatir el virus si la persona vacunada se infecta posteriormente. Es así como actúan las vacunas ante el COVID-19.
Es innegable el éxito de esta tecnología contra el coronavirus. Por esto, ahora esta estrategia se quiere utilizar para luchar contra otras enfermedades como el cáncer y para desarrollar nuevos medicamentos.
Medicina individualizada
Recientemente se ha publicado en la revista Nature una serie de artículos en los que se indica como la tecnología ARNm se está utilizando para desarrollar terapias contra diferentes enfermedades. Así, durante 2020 se iniciaron más de 400 proyectos en el mundo, muchos de ellos en fase preclínica (antes de ser probados con personas), pero al menos un 32% ya estaba en las fases 1 o 2 de ensayos clínicos y un 3% había llegado a la fase 3.
Las vacunas frente al COVID-19 han sido el impulso necesario para desarrollar este proceso. Muchos de los fármacos actuales van a poder ser sustituidos por esta tecnología que utiliza ARNm.
La idea de una medicina individualizada y específica para el paciente ha sido una perspectiva tentadora durante años y ahora ya es prácticamente una realidad, a la que ha contribuido, entre otras tecnologías, el ARNm.
Estamos ante un hito sin precedentes que permitirá muchos avances en otras áreas terapéuticas.