Superinteligencia Artificial, ¿el próximo paso en salud?
Llega al ámbito de la salud la Superinteligencia Artificial, un nuevo concepto capaz, supuestamente, de superar la inteligencia humana y que podría resolver problemas y tomar decisiones de forma más rápida y precisa.
La Superinteligencia Artificial es, actualmente, una posibilidad más teórica que práctica, ya que la mayor parte del desarrollo actual en informática y la Inteligencia Artificial se inclina hacia la denominada Inteligencia Artificial Limitada (ANI). No obstante, de continuar con su desarrollo podríamos estar ante una era tecnológica capaz de resolver problemas y tomar decisiones de forma más rápida y precisa en cualquier campo de actividad.
Al mismo tiempo, el desarrollo de esta nueva Superinteligencia Artificial podría suponer un desafío y una preocupación por su potencial impacto en la sociedad en general. Entre las principales preguntas éticas y técnicas que plantea la Superinteligencia Artificial se encuentran la seguridad, la responsabilidad y la autonomía.
Y con éstos planteamientos, ¿qué diferencia la Superinteligencia Artificial de otras tecnologías? Para empezar, se trataría de una tecnología en constante avance e innovación, cuyo fin es difícil de vislumbrar.
Los expertos aseguran también que esta superinteligencia podría celerará el progreso tecnológico en varios campos: programación de Inteligencia Artificial, investigación espacial y descubrimiento y desarrollo de medicamentos, entre muchos otros.
Por último, es una tecnología que cuenta con casi tantos seguidores como detractores. Hay quienes ya han alzado la voz contra ella por sus múltiples capacidades tecnológicas y por la posibilidad de poder superar a la propia inteligencia humana, lo que haría que escapara a nuestro control.
Amenaza o ayuda
La imprevisibilidad y, por consiguiente, la falta de control es una de las amenazas más temidas. Aquí entran en juego diferentes teorías conspiranoicas que hablan de un peligro real para la sociedad. También se puede correr el riesgo de esta superinteligencia pueda decidir cumplir otros objetivos diferentes a los indicados.
Otra posible amenaza es su uso vinculado a la producción de armas y el desrrollo de guerras entre los países.
En todo caso y con la supervisión adecuada, pueden puede beneficiar al sector de la salud y ayudar al descubrimiento de fármacos y el desarrollo de vacunas.