D eterminados aparatos eléctricos y electrónicos generan un gran impacto en el medio ambiente y en las personas, tanto antes como después de su uso. Factores como la obsolescencia programada no ayudan a reducir ese impacto.

Servicios como radiología y cardiología son los que mayor nivel de obsolescencia presentan. Además, los expertos consideras que la renovación se centra en el equipo existente, lo que hace que la tasa de renovación no sea la adecuada. Esta situación puede generar un gran impacto, tanto en la sociedad como en las personas ya que los residuos que generan estos aparatos son altamente contaminantes para el agua, el suelo y el aire.

El organismo de Naciones Unidas considera que para el año 2040, las emisiones de carbono provenientes de la producción y el uso de aparatos electrónicos representarán el 14% de las emisiones totales. 

Poca tasa de renovación

Servicios como cardiología o radiología son los que presentan más obsolescencia, es decir que tienen más de diez años y poca tasa de renovación. El factor económico es importante, ya que se suele invertir poco en estos equipos y lo cierto es que la renovación de la tecnología sanitaria va a aportar más seguridad al paciente.

Es necesario mejorar la dotación de tecnología a aquellos centros sanitarios que necesiten equipos actualizados y para reducir la obsolescencia del parque tecnológico se debe elevar la tasa media de densidad de equipos de alta tecnología por habitante.