Medicina digital. La posibilidad de anticiparse al paciente
El paciente se ha convertido en el centro de las nuevas tecnologías de la salud. Anticiparse a sus necesidades, antes incluso de que él lo sepa, es ya uno de los objetivos de la medicina digital.
Los expertos apuestan por un paciente protagonista de su propia enfermedad y por la posibilidad de saber qué es lo que va a necesitar antes incluso de que él mismo lo sepa.
La medicina digital está haciendo ya posible lo que hace unos años parecía imposible. Así la telemedicina o la e-Medicine están consiguiendo diversificar las modalidades de atención al paciente y mejorar la interconectividad en tiempo real. Poco a poco el paciente va tomando las riendas de su enfermedad y comienza a entrar en juego un concepto que hasta ahora no se había asociado a la salud, la reputación.
Y es que en un mundo en que la globalización está haciendo que cada noticia generada entorno a la salud se conozca de inmediato , igual que está ocurriendo en estos momentos con el avance del coronavirus, por ejemplo, la reputación se ha convertido en uno de los bienes más preciados por las empresas que desarrollan tecnologías de la salud, y su pérdida, uno de los mayores temores, según datos del informe Global Risk Management Surve.
Ya no estamos ante un paciente conformista, sino ante una persona con capacidad de decisión y análisis crítico de las situaciones que les rodean. De ahí la importancia de que las empresas cada vez se preocupen más por su reputación.
Unido a un mayor protagonismo del paciente se encuentra la propia experiencia del paciente, que transciende la experiencia clínica. De nuevo la tecnología juega un papel decisivo, ya que es fundamental para mejorar la experiencia del paciente y para mejora la estructura organizacional de los sistemas de atención sanitaria.
El tecnopaciente
Recientemente la Fundacion Merck Salud publicaba un informe sobre el paciente digital y la e-Salud en el que hablada de la nueva realidad que están generando la tecnología, donde el paciente se convierte en paciente digital o tecnopaciente, siempre y solo por elección propia y nunca por obligación: él es el que decide el modo en que acepta el reto de la modernidad y de qué forma aprender a beneficiarse de las
nuevas herramientas a su alcance
La digitalización puede contribuir a innovar y mejorar la gestión de la salud de los ciudadanos, pero siempre sin olvidar el papel que éste desempeña.