Latinoamérica desde la perspectiva de la e-salud y la m-salud
Los conceptos de e-salud y m-salud, o salud móvil, avanzan a paso firme en la región latinoamericana, aunque su grado de penetración es desigual en los diferentes países, según los datos incluidos en el Estudio sobre TIC y salud pública en América Latina: la perspectiva de e-salud y m-salud” de la Oficina Regional de la UIT para las Américas.
Según este informe, el 61 % de los países de la región cuenta con una estrategia nacional de e-salud, aunque muchos aún deben dar el paso desde la teoría a la implementación.
La telemedicina es conocida y ulizada en muchos de estos países. Así, un 36.8 % de los países preguntados para este informe indican que cuentan con alguna política o estrategia de telemedicina en marcha.
Niveles de renta
Los niveles de renta de estos países deciden el nivel de desarrollo tecnológico. Según el informe, mientras los países de renta media-baja deben avanzar en la implementación de sus estrategias y políticas de e-salud, los países de renta media-alta deben avanzar en la consolidación de las mismas, además de progresar en la implementación de las TIC en el sector de la salud.
De este modo, un 52.6 % de los países participantes tiene un sistema de información electrónico de salud (HIS), pero sólo un 26.3 por ciento tiene legislación que apoya su uso en los sistemas nacionales.
Falta de financiación
» El 73.7 por ciento de los Países Miembros de la OMS en esta región tiene como principal barrera para la adopción de los historiales electrónicos de salud, la falta de financiación»
El uso de redes sociales es otro de los temas tratados en este estudio. Las redes sociales son utilizadas por gran parte de la población para para ampliar sus conocimientos acerca de temas de salud, pero el 78.9 por ciento de los países no tiene una política o estrategia nacional sobre el uso de estas redes.
El estudio concluye que los retos para estos países en materia de e-salud son la firma electrónica del ciudadano, la interoperabilidad de los sistemas informáticos y la falta de apoyo institucional a iniciativas de e-salud redes entre profesionales de salud.