¿ Cómo saber que un dispositivo es confiable? La validación clínica se convierte en el mejor aliado de la salud digital para confirmar que una herramienta ha sido aprobada y autorizada con todas las garantías para su uso.
Un proceso de validación permite saber si el método es útil como herramienta diagnóstica. Y así, la validación clínica permite confirmar, mediante el análisis y evidencia objetiva, el cumplimiento de las especificaciones de desempeño del método o equipo, de manera que se dan todas las garantías para concluir en una exitosa implantación en el ámbito clínico. De este modo, se asegura que se podrá utilizar con todas las garantías.
En España existe el
Centro de Validación Clínica de Soluciones Digitales Sanitarias innovadoras, institución cuyo objetivo es evaluar la viabilidad, seguridad y efectividad clínicas. Esta institución se encarga de la promoción de la adopción de tecnologías sanitarias innovadoras planteadas por empresas y entidades públicas del sector sanitario, facilitando la transferencia de tecnología de calidad al entorno asistencial.
En este centro se validan diferentes productos acorde con la valoración de los requerimientos legales nacionales y europeos. Gracias a este proceso de validación se asegura el acceso a tecnologías sanitarias de calidad y se aporta confianza para crear un entorno sanitario modernizado e innovador.
En qué consiste el proceso de validación
En el caso de realizar una validación digital, el centro cuenta con un equipo multidisciplinar que se pone a trabajar tan pronto reciben una petición. El producto es analizado en un entorno clínico y en todas sus fases. En este caso, el proceso consta de cuatro fases diferenciadas que permiten validar una tecnología de forma ágil y rigurosa.
Las herramientas, una vez validadas, podrán implantarse en el ámbito clínico.
Estos procesos de validación son considerados por los expertos como pasos necesarios para afianzar el desarrollo de la digitalización en sanidad.