La transformación digital como facilitadora de la inclusión

L al aceleración de la digitalización tras la pandemia ha traído muy buenas noticias. No solo ha conseguido cambiar la salud. También ha facilitado la inclusión social gracias a la telemedicina.

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas viven en el mundo con algún tipo de discapacidad. Mientras cada año la cifra va en aumento por factores como el envejecimiento de la población y la prevalencia de las enfermedades crónicas.

 

La tecnología ha ayudado a desarrollar la telemedicina inclusiva, que ha permitido atender a pacientes con cualquier tipo de discapacidad.  Su objetivo es impulsar la atención a distancia de manera más accesible a los pacientes con discapacidad, adaptando esa tecnología para que estas personas puedan hacer uso de los servicios médicos digitales.

 

Un caso concreto se ha dado en México, donde la Fundación ONCE y SmartCity Cluster ha reconstruido y certificado su plataforma de salud como la primera plataforma de telemedicina inclusiva. El objetivo es impulsar la atención a distancia de manera más accesible para todas las personas, además de adaptar su tecnología para que las personas con alguna discapacidad puedan hacer uso de los servicios médicos digitales.

Este proyecto supone una apuesta por un modelo asistencial centrado en los pacientes y los profesionales de la salud. El servicio, aseguran los promotores de la plataforma,  está basado en medicina con valor y dirigido a distintos tipos de pacientes para lograr una democratización real de la salud con la posibilidad de incorporar tecnología en cualquier plataforma. Además fomenta un mejor acceso y una mayor capacidad de diagnóstico.

 

Acceso universal

 

Este proyecto es un claro ejemplo de cómo ciertas herramientas permiten el acceso a la salud de toda la población, en especial de aquellos que presentan algún tipo de discapacidad, de forma que se mejora su atención y se prestan unos servicios mejorados con la ayuda de la tecnología y la transformación digital.

 

Si bien se ha conseguido ofrecer un servicio mejorado, aún quedan retos pendientes. No todos los países invierten lo mismo en salud. Así, el Banco Mundial indicó en su último informe que Colombia es el país de la región con el nivel de gasto en salud más elevado, con una inversión de 4,9% del presupuesto general, frente a 3,8% que es el gasto promedio en los países de América Latina y el Caribe.  

 

En la actualidad,  la Inteligencia Artificial (IA) ha agilizado la respuesta de  autorizaciones médicas a los pacientes que normalmente se demoran horas o en muchos casos días. Esto no solo revoluciona el sector tecnológico y de IA en muchos países latinoamericanos,  sino que genera mayor productividad a las entidades de salud y una mejor prestación de los servicios médicos.

 

Con ejemplos como el que se ha puesto en marcha en México se facilita el acceso universal y el diseño para todos impide que las personas con discapacidad puedan hacer uso de este tipo de herramientas. En este sentido, todas las compañías y todos los actores deben esforzarse por crear una sociedad más sostenible y reducir la brecha digital, sobre todo para las personas con alguna discapacidad o menos capacidades tecnológicas.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

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