La gestión de residuos tecnológicos mejora con la innovación tecnológica
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L Tecnología Sanitaria está contribuyendo a la mejora de la gestión de los residuos, optimizando su uso y reduciendo su impacto sobre el medioambiente.
Cada vez son más los servicios de salud y centros sanitarios que están implementado estrategias e iniciativas para reducir el impacto medioambiental de su actividad sanitaria. Su objetivo es conseguir una descarbonización rápida, ordenada y centrada en el paciente y en mejorar la salud pública, tal y como se puso de manifiesto recientemente en la jornada ‘Aportación de la Tecnología Sanitaria a la sostenibilidad medioambiental’, organizada en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid por la Fundación Tecnología y Salud, de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin.
En el encuentro, profesionales sanitarios, gestores y representantes de la industria de Tecnología Sanitaria analizaron la nueva normativa sobre gestión de envases y sus residuos y otras leyes del campo medioambiental que afectan al sector.
También expusieron la contribución de la Tecnología Sanitaria en la gestión de los residuos, en la optimización de su uso y en la reducción de su impacto sobre el medioambiente, además de debatir sobre tras sobre las estrategias e iniciativas de los servicios de salud y centros sanitarios para reducir el impacto medioambiental de su actividad sanitaria.
Un ejemplo de integración de la tecnología en entornos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente fue el presentado por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que ha incorporado la última tecnología en el diagnóstico para lograr una mayor eficiencia energética.
Avances tecnológicos y estrategias integrales
Para lograr un modelo sanitario respetuoso con el medioambiente es necesario que los servicios de salud adopten estrategias integrales además de implementar avances tecnológicos.
Los expertos recuerdan, en este sentido, que cualquier actividad hospitalaria genera un impacto ambiental, como puede ser la derivada de las complicaciones o efectos adversos en los pacientes. Por este motivo hay que medir bien esos impactos y recurrir a la tecnología como ayuda para reducir la huella ecológica.
