José Solis-Padilla: “No es difícil innovar en medicina, lo difícil es ser efectivo en la innovación y hacerla rentable”
Es responsable de Relaciones Institucionales en Mayo Clinic. En concreto, se encarga de la estrategia de desarrollo de negocios internacionales en Latinoamérica.
José Solis-Padilla lidera el programa internacional de servicios y cuenta con experiencia en pacientes internacionales, relaciones estratégicas, consultoría, afiliaciones con hospitales en Latinoamérica y la estrategia global de demanda de servicios. Ha trabajado más de una década en consultorías en México, donde desarrolló un interés y una pasión por los negocios internacionales. Además, antes de unirse a Mayo Clinic, formó parte del equipo de liderazgo de Johns Hopkins en Baltimore.
Solis-Padilla se define a sí mismo como un “gran apasionado de la industria de la Medicina”. Siempre se dedicó a las relaciones institucionales, “desde mis primeros días como intérprete hasta luego como Project Manager”, explica. “El común denominador fueron las relaciones, primero a nivel personal con los pacientes y después a nivel institucional, desarrollando proyectos con los clientes más importantes”, nos cuenta.
Después de una década trabajando en México, se fue a Estados Unidos, ¿qué le llevó a esta decisión y cómo se encontró la sanidad cuando llegó en comparación con México?
Me fui a Estados Unidos con mi madre porque necesitaba un tratamiento para su cáncer. El diagnóstico y tratamiento en Estados Unidos en aquel momento era lo mejor para ella. Su seguro le cubría, debido a su trabajo en EE.UU., así que regresar a México no era una opción. Finalmente, el tratamiento fue muy efectivo y todo fue bien.
En México, trabajé en una consultoría administrativa, en la industria de las telecomunicaciones y textil. Aunque no estaban relacionadas con la medicina, ambas tenían un denominador común: las relaciones internacionales.
Cuando empecé a trabajar en la industria de la salud en Estados Unidos, seguí el mismo principio: el trabajo internacional. Esto se tradujo en una serie de proyectos en Latinoamérica, en un principio desarrollando modelos de calidad, gobernanza y acreditación internacional. Después de unos años, los mismos clientes solicitaban proyectos más avanzados y complejos como adquisición de tecnología, desarrollo de instalaciones y adquisición de habilidades para equipos médicos y directivos. Más recientemente, los proyectos se centraban en el desarrollo de centros de excelencia e investigación y la colaboración intensa y cercana.
¿Cómo es el sistema de salud en Estados Unidos? ¿Cuáles son las tecnologías que más se están desarrollando?
El desarrollo de la medicina en Estados Unidos va por delante de muchos países, pero también va para atrás, al igual que ocurre en otros muchos países. El gasto en salud está creciendo y los resultados no siempre son mejores que en otros países en los que se gasta menos en relación con el PIB. Sin embargo, el ámbito académico está mucho más avanzado. La tecnología y la forma de trabajo, entre otros muchos aspectos, son donde se encuentran los modelos de gestión, gobernanza y calidad.
La tecnología se ha centrado en emponderar al paciente con acceso a su información o expediente médico (portal) y también a desarrollar plataformas para atender a los pacientes cada vez más cerca de su casa o incluso en su propio hogar. Sin embargo, no todos los pacientes adoptan la tecnología de igual forma, ni todas las organizaciones están preparadas de igual manera para proveer servicios a través de plataformas tecnológicas. Más aún, no toda la medicina está lista para trasladarse al plano de la tecnologías, pero hay que reconocer que hay áreas muy específicas con alta oportunidad de disrupción. Yo estoy convencido que el futuro de la competencia es la colaboración.
“Estoy convencido de que el futuro de la competencia es la colaboración”
Parafraseando su ponencia en Healthnology México este miércoles 20 de febrero, ¿qué tendencias existen en el financiamiento de la salud en Latinoamérica? ¿Nos puede dar unas pinceladas sobre lo que tratará su presentación?
El desarrollo económico en la región ha traído muchas cosas buenas a nivel social, entre las que se encuentra el acceso a un ingreso mayor y, por lo tanto, un ingreso disponible para el consumo en salud. La tendencia en Latinoamérica es un crecimiento de población, que tiene mayor expectativas de vida (envejece), el perfil epidemiológico de los países cambia total o parcialmente y una infraestructura en salud que cada vez se queda mas corta y se ve rebasada.
Por su parte, el sector privado también tiene una participación cada vez más activa y se vuelve un jugador importante. El financiamiento de la salud se vuelve también más sofisticada migrando de pago de bolsillo al uso de instrumentos financieros y otros modelos en el sector privado, y por lo tanto, la gestión en salud es más compleja. En mis ponencias en Latinoamérica, siempre toco temas sobre plan estratégico, gestión y oportunidades de negocio pero principalmente hago un análisis de los retos regionales.
¿Es difícil innovar en medicina? ¿Existe suficiente financiación y apoyo al i+d+i?
No es difícil innovar, lo difícil es ser efectivo en la innovación y hacerla rentable. Hoy en día existen muchas ideas y muy buenas pero no todas son un modelo sostenible desde el punto de vista financiero, lo cual trae limitaciones en la innovación. En las organizaciones existen muchos proyectos en la fase de ‘discovery’, un poco menos en la fase de ‘translation’ y muy pocos en la fase de ‘application’. Mientras no evolucione el ecosistema de la medicina en general hacia una aceptación de soluciones tecnológicas, innovadoras y su correspondiente pago (o cobertura), la innovación no crecerá exponencialmente.
“Hoy en día existen muchas ideas y muy buenas pero no todas son un modelo sostenible desde el punto de vista financiero”
¿Cómo cree que debería cambiar el sistema de salud actual en los próximos cinco años?
Tiene que ser más centrado en el paciente así como transparente y dinámico. El problema es que el recurso humano no se desarrolla tan fácilmente, toma mucho tiempo y ese es un factor limitante importante. La tecnología es cara en un principio y su adopción compleja, pero trae muchos beneficios a corto plazo. La tecnología que creará la disrupción en la industria de la salud ya existe, sólo es cuestión de responder si queremos que alguien nos cause disrupción o la disrupción la iniciemos nosotros.