El negocio de la telemedicina en Latinoamérica, sin prisa pero sin pausa en tiempos de coronavirus
Ni las graves consecuencias económicas y sociales generadas por la crisis del coronavirus han parado el mercado latinoamericano de telemedicina.
La pandemia que asola Latinoamérica ha servido a acelerar el desarrollo e implantación de la telemedicina en la región latinoamericana. Ha contribuido a cambiar la manera de gestionar los hospitales y ha marcado la relación entre paciente y médico. Está contribuyendo a aliviar la carga aistencial de muchos hospitales y puede definir el futuro de los hospitales.
Y del mismo modo que está aportando innegables ventajas a la salud de los pacientes, se ha convertido también en un importante objeto de inversión. Recientemente se ha conocido que la empresa española Atrys Health, una compañía que presta servicios diagnósticos y tratamientos médicos ha publicado en su página web la adquisición de ITMS, una firma de telecardiología y teleradiología que opera en Chile y que a través de ella le permitirá tener presencia en Colombia, Brasil y Perú.
Esta no es la única adquisión de Atrys que está pendiente de cerrar otras operaciones más con el fin de potencias otros servicios de diagnóstico en áreas como la genética.
Precisamente ha sido el coronavirus la situación que ha disparado el el interés de los inversores por la salud y aún más por la telemedicina.
Una gran región beneficiada por la telemedicina
España, Chile, Colombia, Perú y Brasil, son alguno de los países con acceso a los servicios de telemedicina, una herramienta considerada crítica para garantizar acceso a la asistencia sanitaria.
La nube será un gran aliado para el trabajo de los profesionales implicados, más de 350 especialistas según fuentes de la compañía, que pasará de realizar un millón de pruebas diagnósticas de cardiología, radiología y teleconsulta al año a más de 4 millones, es decir, cerca de el doble.
La telemedicina se ha consolidado y se espera que siga creciendo en el futuro.