E l Big Data o la Inteligencia Artificial no son herramientas exclusivas de las compañías farmacéuticas o de las grandes empresas. Las organizaciones públicas también recurren a ellas cuando quieren mejorar la atención al paciente.

Nunca antes un algoritmo ha sido tan útil y beneficioso al bienestar de los pacientes como ahora. Las posibilidades de herramientas como el Big Data o la Inteligencia Artificial son infinitas y su uso puede incluso salvar vidas.

Cada día aparecen noticias sobre nuevas aplicaciones de estas herramientas. En esta ocasión llega el turno a la medicina especializada. Gracias al Big Data, los profesionales pueden obtener información de valor que les ayude en la toma de decisiones, algo fundamental cuando se trata de contrastar un número importante de información.

Con estas herramientas se pueden conseguir importantes beneficios, desde favorecer la medicina personalizada hasta controlar la medicación de los pacientes, entre otras muchas opciones. 

El ejemplo de las administraciones públicas

El Servicio Gallego de Salud, SERGAS, cuenta con varias iniciativas basadas en el uso del Big Data y la Inteligencia Artificial. Con ambas herramientas ha conseguido entre otras cosas, controlar la medicación de sus pacientes y localizar determinadas enfermedades con la ayuda de los algoritmos. También están utilizándolas para hacer un seguimiento de cómo puede afectar la vacuna contra el coronavirus.

Se trata solo de algunos ejemplos pero es solo el principio, ya que cada vez son más las administraciones públicas en España que desarrollan planes basados en estas herramientas.