Estos tejidos podrían aplicarse tanto en la medicina deportiva ortopédica como en la rehabilitación. Para ello se pueden producir producción de zapatos inteligentes que monitoreen el paso de alguien que aprende a caminar de nuevo tras una lesión o incluso calcetines que controlen la presión en el pie de una persona diabética.

De hecho, en el MIT ya crearon un zapato y un tapete inteligentes. Cuentan con su correspondiente sistema de hardware y software para medir e interpretar los datos de los sensores de presión en tiempo real.

 

Este proyecto  a abierto la vía a otras posibilidades relacionadas con la rehabilitación que seguro resultarán muy útiles para los pacientes.