Computación afectiva y robótica para reducir el estrés de los niños antes de una operación

L a Universidad Oberta de Cataluña colidera un proyecto internacional de computación afectiva y robótica social que busca disminuir el miedo y la ansiedad que sienten los niños cuando se tienen que someter a una intervención o a un tratamiento en el hospital.

 

 

Investigadores de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) han desarrollado un prototipo de robot es un pequeño vehículo equipado con Inteligencia Artificial (IA) y sensores capaz de captar señales sobre el estado emocional del niño y de reaccionar en consecuencia. El trabajo, un un proyecto internacional de computación afectiva y robótica social, tiene como objetivo disminuir el miedo y la ansiedad que sienten los niños de entre tres y diez años cuando se tienen que someter a una intervención o a un tratamiento en el hospital.

 

Con esta estrategia se buscareducir la ansiedad y el miedo precirurgía, y pueden constituir una alternativa eficaz a la medicación que se utiliza de manera habitual para tranquilizar a los niños, según indican fuentes de a UOC.

 

Además, este primer prototipo aporta conocimiento sobre las posibilidades y los retos de integrar las llamadas tecnologías afectivas en entornos hospitalarios pediátricos. Para ello, el  coche robótico  cambia de colores,  hace música y desprende olores, lo que le permite hablar e interaccionar con ellos, para minimizar el estrés que sienten durante este proceso.

 

 

Diferentes alternativas

 

Para mejorar el estado emocional de los niños, desde el centro hospitalario se habían tenido en cuenta  varias opciones, desde hacer actividades y juegos con los niños antes de las intervenciones hasta emplear terapias asistidas con perros y payasos, e incluso la entrada de los padres al quirófano.

No obstante, la estrategia más habitual suele ser la farmacológica, que puede todavía contribuir más al estrés de los niños por el sabor amargo que suelen tener los medicamentos y los efectos secundarios que comportan.

 

Estudios previos ya habían demostrado que emplear pequeños vehículos eléctricos motorizados resultaba eficaz para reducir el malestar de los niños. Los investigadores cogieron como base para desarrollar su prototipo aquellos resultados, así como la investigación que se estaba llevando a cabo en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en conducción asistida para adultos.

 

Por lo que respecta al coche robotizado,  se le ha dotado de sensores nuestro coche robotizado y de IA, además de una superficie de interacción. Esto permite que el coche capte las expresiones faciales del niño, el ritmo cardíaco o de respiración e indicadores de su estado emocional, y que se pueda adaptar a cómo se siente el niño cambiando la música o los colores, o emitiendo olores para ayudarlo a relajarse.

 
 
Se trata del primer prototipo fabricado por Hyundai, en colaboración con el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona en una prueba piloto donde participaron más de ochenta niños
 
 

 

 
 
 
 

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